Travel and Expense
Lo que piensan los millennials y la generación Z sobre los viajes de negocios
El mundo laboral está cambiando, y con él, la manera en la que entendemos los viajes de negocios. A partir de 2025, los millennials y la generación Z representan más de la mitad de la fuerza laboral mundial. Son el presente y el futuro de las compañías, y su voz empieza a ser clave en la forma en la que se diseñan las políticas de viajes y gastos (T&E).
Tradicionalmente, se ha hablado de estas generaciones con prejuicios: que son poco comprometidos, que lo quieren todo fácil, que no se adaptan a las normas. Sin embargo, la realidad es muy diferente. En lugar de exigencias, lo que plantean es un enfoque práctico y humano: quieren viajar y trabajar de una manera alineada con sus valores, con procesos transparentes, tecnología que funcione y políticas claras.
Lo que más importa a los nuevos viajeros de negocios
Los millennials y la generación Z han crecido en un entorno de cambio constante. Por eso, al enfrentarse a un viaje de trabajo, sus expectativas van mucho más allá del simple desplazamiento. Estos son algunos de los puntos que destacan:
1. El “porqué” antes que el “qué”
No se conforman con seguir reglas: necesitan comprender el propósito detrás de ellas.
- ¿Por qué existen las políticas de viajes?
- ¿Qué objetivo tiene cada norma de gasto?
- ¿Cómo impacta cada desplazamiento en la empresa, el equipo y el desarrollo profesional de la persona?
Cuando entienden el contexto, se sienten parte de la estrategia y mucho más comprometidos con su cumplimiento.
2. Comunicación clara y multicanal
No basta con enviar un email y esperar que todo quede claro. Para estas generaciones, la información debe ser accesible en distintos formatos: guías escritas, recursos visuales, sesiones presenciales o virtuales. Lo importante es sustituir la ambigüedad por la transparencia.
Además, valoran que las conversaciones sobre viajes no se limiten a los perfiles sénior. Reclaman un asiento en la mesa, porque sus experiencias también cuentan.
3. Tecnología que funciona (no la más nueva)
Aunque son nativos digitales, no quieren herramientas solo “por ser lo último”. Prefieren aplicaciones que sean fiables, fáciles de usar y que realmente les ahorren tiempo. La innovación, sí, pero con pruebas y garantías.
4. Autonomía con respaldo
Les incomoda la burocracia excesiva y los procesos lentos. Prefieren la simplicidad del autoservicio, pero sin sentirse desatendidos. Para ellos, la fórmula ideal es poder resolver la mayoría de gestiones solos, con la certeza de que existe un apoyo inmediato, ya sea a través de un chatbot de IA o de un servicio humano, cuando lo necesiten.
5. El impacto personal de viajar por trabajo
No todos viven los viajes de negocios de la misma manera. Algunos los disfrutan y los ven como una oportunidad para aprender y conectar; otros los consideran agotadores. Por eso, reclaman que los puestos de trabajo especifiquen claramente las expectativas de viajes, y que los managers tengan en cuenta las preferencias individuales a la hora de planificarlos.
Viajar no debería ser un añadido sin más en la lista de tareas, sino una experiencia gestionada con empatía.
6. Más allá del dinero: aprendizaje y networking
Aunque el impacto económico es importante, estas generaciones valoran todavía más las experiencias y las conexiones que generan los viajes. Participar en reuniones, conocer clientes en persona o establecer lazos con otros profesionales de su sector son aprendizajes que consideran tan valiosos como un aumento salarial.
Para muchos, el viaje es una oportunidad de crecer en horizontal: aprender de otros, desarrollar nuevas habilidades y reforzar su red de contactos.
7. Bienestar y seguridad como prioridades
Viajar por trabajo puede desdibujar los límites entre vida laboral y personal. Por eso, piden que se fomente el descanso y el tiempo libre durante los desplazamientos: pasear por la ciudad, hacer ejercicio, desconectar del correo. Esa pausa les ayuda a rendir más y a evitar el desgaste.
También son especialmente sensibles a los temas de seguridad. Quieren información actualizada, herramientas que les protejan y la libertad de rechazar un viaje si no se sienten seguros.
8. Flexibilidad en los pagos
Uno de los puntos más prácticos: no todos quieren usar la tarjeta corporativa. Algunos prefieren pagar con la suya propia para acumular puntos o beneficios, mientras que otros, sobre todo quienes comienzan su carrera, no pueden permitirse adelantar gastos. La solución pasa por ofrecer opciones flexibles que se adapten a cada situación.
Escuchar para evolucionar
El mensaje final de estas generaciones es claro: no buscan privilegios, buscan ser escuchados. Tienen ideas, experiencia y una visión diferente que puede enriquecer la gestión de viajes y gastos en cualquier empresa.
Darles voz no solo mejora los programas, también construye confianza y fortalece la cultura corporativa.
Los millennials y la generación Z no son el futuro lejano: son la mayor parte de tu fuerza laboral hoy mismo. Y están listos para trabajar contigo en diseñar viajes de negocios más humanos, más eficientes y más sostenibles.
